Aunque la comunidad LGTBI ha superado la mayoría de las dificultades que le ha supuesto ser estigmatizada por la sociedad durante décadas, aún persisten muchos prejuicios en torno a estas personas. Sin ir más lejos, estos convencionalismos han establecido en el núcleo de pensamiento crítico de muchas personas creencias faltas respecto a las relaciones entre lesbianas. Por ejemplo, tanto si eres un hombre o una mujer, seguro que habrás escuchado cosas como: «las relaciones sentimentales lésbicas están abocadas al fracaso» o «la única posición con la que experimentan placer las lesbianas es la tijera». En efecto, estos prejuicios carecen de fundamentos científicos. Solo se mantienen en nuestra sociedad gracias a determinadas personas con un pensamiento excesivamente conservador. Para arrojar un poco de luz sobre todo lo que rodea a las lesbianas, te animo a leer el siguiente escrito.
Lo primero de todo: el término “lesbiana” hace referencia a aquellas mujeres que sienten atracción – en todas las interpretaciones que podamos darle- hacia personas del mismo sexo. Cuando hacemos mención de la atracción lésbica, nos estamos refiriendo a una mujer que experimenta deseo físico y apego emocional por otra mujer. Por otro lado, también hay numerosas mujeres que se sienten físicamente atraídas por las de su mismo género, pero no logran cultivar un cariño más profundo y personal. Así pues, las mujeres que sienten la misma fascinación por el cuerpo femenino y masculino no son homosexuales. Este fenómeno también lo podemos observar en los hombres. De hecho, una parte importante del sexo masculino siente la misma atracción física y emocional por personas de su mismo sexo y del contrario. Con casi total seguridad, estos casos que estamos mencionando aluden a personas bisexuales, aunque con algunas sutilezas.
En cuanto a lo que implica la palabra “lesbiana”, podríamos sintetizarlo de la siguiente forma: amor entre mujeres, encuentros sexuales entre chicas, fantasías eróticas entre damas, el deseo por establecer una familia con una persona del mismo sexo... Lamentablemente, la falta de conocimiento en estos temas, los malos prejuicios y, en última instancia, la pornografía (películas triple X, los videochats eróticos...) nos han dado una imagen equivocada de las mujeres lesbianas. A continuación, analizaremos los mitos y falsas creencias más extendidas entre la población con relación a este asunto.
1. Las lesbianas desearían ser hombres: con frecuencia, uno de los pensamientos más extendidos entre la población que desconoce profundamente el lesbianismo es aquel que las etiqueta como “machorras”. En otras palabras, muchas personas -sin importar su género- mantienen la errónea percepción de que todas las lesbianas aspiran a ser como los hombres. También creen que a estas mujeres les encanta vestir y lucir un aspecto similar al del hombre. Incluso, que son chicas poco femeninas. Sin embargo, esto no tiene porqué ser así. Muchas lesbianas prefieren vestirse como los hombres, pero también hay lesbianas con un aspecto muy femenino. Es decir, chicas homosexuales que optan por utilizar vestimentas similares a las que llevan las mujeres heterosexuales. Como ejemplo de este fenómeno, podemos nombrar a infinidad de actrices de cine adulto o modelos de videochats eróticos que son lesbianas y, sin embargo, derrochan feminidad por todos los poros de su piel: Jelena Jensen, Raven Rockette, Jenna Sativa, Malena Morgan, Kenna James...
2. Las lesbianas detestas los tríos con hombres: es otra de las concepciones equivocadas más comunes entre las personas heterosexuales con relación al lesbianismo. Creen que las mujeres lesbianas nunca estarían preparadas para tener un trío compuesto por dos chicos y una chica. El principal culpable de esto es la pornografía, ya que, por lo general, nos muestra tríos formados por mujeres lesbianas, pero nunca por un hombre hetero y dos mujeres homo. De nuevo, estamos ante una creencia totalmente falsa. Al igual que algunos hombres y mujeres optan por participar en tríos con otra persona de su mismo sexo (por ejemplo: chico-chica-chico), también hay lesbianas que sienten curiosidad y atracción sexual por tríos que incluyan a un hombre (el más común: mujer-hombre-mujer). Por tanto, es perfectamente admisible que una lesbiana participe en un trío en que haya presente una persona del sexo opuesto.
3. Las lesbianas no pueden tener sexo: igual de satisfactorio que las mujeres heterosexuales. Esta hipótesis es totalmente FALSA. La penetración vaginal con el pene no es imprescindible para que una mujer pueda sentir placer. El placer sexual incluye muchas cosas: caricias, besos, estimulación oral, estimulación genital con juguetes eróticos... Así pues, las lesbianas pueden disfrutar tanto del sexo como las mujeres heterosexuales. De hecho, resulta más efectivo estimular la vagina y el clítoris con los dedos de la mano, la lengua o los juguetes sexuales que con el pene.
La mayoría de las posiciones entre hombres y mujeres pueden ser adaptadas para el sexo entre mujeres lesbianas. Por ejemplo, posturas tan populares como el 69 o el perrito, son empleadas por prácticamente la totalidad de las mujeres homosexuales. Penetran a sus parejas con sus dedos o con juguetes sexuales, como lo hacen las actrices o modelos de webcams porno especializadas en este género pornográfico. Asimismo, puede darse el caso que en algunas parejas una sea la activa y la otra la pasiva, o bien que se intercambien los papeles. Tras este pequeño apunte, es hora de conocer las posturas preferidas por la mayoría de las lesbianas:
1. La tijera: es una de las posiciones sexuales más frecuentes entre las mujeres lesbianas. Para realizar "la tijera", las dos chicas se sitúan de frente y entrecruzan sus piernas. De esta manera, se logra los dos clítoris entren en contacto y ambas chicas alcancen el orgasmo.
2. El 69: entre las lesbianas, esta posición sexual es una de las más apreciadas. Cuando las mujeres se encuentran tumbadas de lado, pueden experimentar placer con los dedos, la lengua o los juguetes sexuales. Igualmente, mientras una lame, la otra puede penetrar o succionar el clítoris. Las alternativas de estimulación con la postura 69 son bastante numerosas. Por lo tanto, esta posición es una de las más populares en las películas para adultos y webcams porno sobre lesbianismo.
3. La amazona oral: Una de las chicas se sitúa en la clásica postura de amazona, es decir, como si estuviera montando a caballo. Sin embargo, en lugar de ubicarse sobre un pene, lo hace sobre la boca de su compañera, quien tiene que estar boca arriba. El objetivo de esta postura es permitir el cunnilingus con la máxima comodidad posible. Además, la mujer que esta encima tiene la posibilidad de tocar el clítoris de la otra chica.
4. La cucharita: en la cucharita ambas mujeres están tumbadas de lado y mirando en la misma dirección. Pegadas, espalda contra el pecho, podrán acariciarse mutuamente, aunque será la que se sitúe detrás la que tenga mayor movilidad.
5. El perrito: el perrito es otra de las posturas en las que se puede incorporar un juguete sexual para la penetración. Una de las mujeres se planta a cuatro patas mientras la otra tiene libertad para estimularla con las manos o la boca. Después se pueden intercambiar los papeles.
Tras leer este artículo, la principal conclusión que se puede extraer es la siguiente: debemos respetas a todas las personas, sin importar su orientación sexual. ¿Cómo te sentirías, si estando con tu pareja otro hombre intenta establecer una relación con ella? Esta es la circunstancia a la que muchas mujeres lesbianas deben hacer frente regularmente. Por otro lado, si en algún momento te cruzas con una pareja de lesbianas y quieren experimentar contigo, ¡aprovecha la oportunidad! Al fin y al cabo, tener sexo con dos mujeres simultáneamente hará que disfrutes el doble.