Los fetiches sexuales han acompañado al ser humano casi desde su existencia. Un objeto, una determinada zona del cuerpo, una prenda íntima, un dispositivo sexual, una escena pornográfica en particular..., todos nosotros sentimos especial interés y excitación por algún fetiche. Hasta hace poco tiempo, los fetiches sexuales eran un tema prohibido, un tabú del que nadie debía hablar u opinar en público. Las sociedades tradicionalistas siempre han tratado de enseñar a la gente que los fetiches sexuales son malos o una cosa producto de mentes perversas o desviadas. Nada más lejos de la realidad. ¡Ninguna persona debería sentirse cohibida o avergonzada por lo que de verdad le hace disfrutar del sexo como se merece! Tener un fetiche sexual es algo inherente al ser humano, algo tan propio de las personas como el comer o el dormir. Nadie nos escapamos, todos tenemos algún tipo de fetiche erótico. En el presente artículo, vamos a analizar cuáles son los fetiches sexuales más deseados por el hombre. Antes de ahondar en el tema de este escrito, es fundamental comprender a qué se hace referencia cuando se habla de fetiches sexuales o eróticos.
La palabra “fetiche” alude a objetos, partes del cuerpo humano -no necesariamente tienen que ser las áreas erógenas- o actos de índole sexual (por ejemplo, la sumisión financiera) que incrementan la excitación y el deseo sexuales de las personas. El vocablo “fetiche” tienen su origen en Portugal durante el siglo XVIII de nuestra era. Concretamente, este término deriva del vocablo portugués “feitico” que significa “hechizo” en español. Si bien el filósofo francés Charles de Brossen fue quién acuño el significado actual a este término, lo cierto es que fue Sigmund Freud quien lo popularizo. El célebre especialista en Medicina, Neurología y Psicología oriundo de Austria utilizó la expresión “fetiche” para denominar un tipo de parafilia: la excitación sexual mediante objetos inanimados o partes de la anatomía humana. Con el paso del tiempo, la popularización del contenido para adultos (escenas pornográficas, transmisiones por web cams eróticas, etc.) motivo el uso del término fetiche para referirse también a personas con determinados gustos sexuales no convencionales. Los fetiches sexuales no tienen nada de mano. Sin embargo, han de ser respetuosos con todas las personas involucradas, así como no convertirse en una obsesión enfermiza.
Probablemente, quienes os encontréis leyendo este artículo tengáis algún fetiche sexual. Determinados objetos o partes del ser humano que os generan una excitación sexual irresistible. Seguidamente, vamos a analizar los fetiches sexuales más deseados por los hombres. ¡Vamos a ello!
1. Podofilia: o el fetichismo de los pies. Sentirse atraído sexualmente por los pies de una mujer es algo muy, pero que muy común en el hombre. De ahí, que en las plataformas virtuales adultas (ya sean tubes XXX o páginas de cámaras web porno) los nichos referentes a este fetiche se encuentren a menudo entre los que reciben más visitas de parte de la audiencia. Los pies tienen muchas terminaciones nerviosas y, por lo tanto, se convierten en una de las zonas que mayor placer producen. Esta es una de las razones por las que el hombre siente especial predilección por esta parte del cuerpo femenino. Al acariciar o besas los pies de una mujer; esta siente un gran deseo sexual, lubrica mucho mejor, experimenta una predisposición mucho mayor a la penetración.
Otra teoría que puede explicar esta excitación por los pies femeninos se debe a que son los protagonistas principales en determinados actos eróticos, como la dominación y la sumisión. Muchos hombres consideran los pies femeninos como un símbolo de poder, de dominio en encuentros sexuales del tipo masaje erótico o masturbación. Obviamente, ambas prácticas llevadas a cabo por una mujer con sus pies a un hombre. Esta dinámica de poder puede ser atractiva para las personas que disfrutan explorando diferentes formas de intercambio de poder o juego de roles. Finalmente, factores de orden cultural y sociales también desencadenan esta afiliación sexual entre los hombres hacia las mujeres.
2. Fetiches BDSM: los actos eróticos comprendidos en las siglas BDSM gozan de especial interés entre la población masculina. Según los expertos en la materia, del orden del 40 al 50 por ciento de los hombres se sienten atraídos por la esclavitud, la disciplina, la dominación, la sumisión o el sadomasoquismo en todo el planeta. Por esta misma razón, las escenas XXX y los video chats porno especializados en BDSM tienen una relevancia capital en el mundo virtual adulto. Lo primero de todo: el BDSM es un fetiche que posibilita a los hombres explorar, comprender y cumplir sus fantasías eróticas de forma consentida y controlada. Le permite realidad un sin fin de dinámicas de dominación, sumisión o intercambio de roles, de tal modo que ve incrementada su excitación y deseo sexual. Además, el BDSM concede al hombre la oportunidad de librarse de una vez por todas de los prejuicios, normas y expectativas sexuales impuestas por la sociedad. Cada hombre, ahora, puede identificar cuáles son sus inclinaciones y deseos sexuales que le generan más satisfacción en la cama. Ahora bien, es esencial que estos actos eróticos estén limitados. Quienes participen en este fetiche han de hacerlo siempre de forma consensuada, con respeto, comunicación y confianza.
3. El fetiche de la humillación: otro de los fetiches más populares entre el género masculino consiste en la humillación. En ser humillados desde un punto de vista físico o psíquico o ambos. Para algunos hombres, el fetiche de la humillación resulta interesante por el intercambio de poder (dominación/sumisión) que se produce en sus relaciones sexuales. Al ser humillados renuncian al control, es decir, la otra persona es quien decide qué y cómo va a suceder durante el sexo. Este intercambio de poderes resulta muy estimulante y placentero para algunos hombres. No obstante, siempre ha de llevarse a cabo de forma consensuada y segura. Además, hay hombres que experimentan placer al ser insultados o degradados por una mujer durante el sexo. Sienten excitación cuando están en una posición de vulnerabilidad frente a la mujer. De hecho, en las webcams de sexo el fetiche de la humillación es bastante popular. Muchos usuarios quieren que las camgilrs los humillen. Disfrutan del cambio de poder.
4. Intercambio de roles sexuales: los juegos de rol gozan de gran popularidad entre los hombres debido a diversas razones. En primer lugar, este fetiche les brinda la oportunidad de aprender tanto acerca de las preferencias sexuales de los demás como de cumplir sus deseos sexuales de forma acordada. En segundo lugar, les proporciona la ocasión de abandonar las relaciones sexuales aburridas y/o convencionales. Los hombres pueden experimentar un sexo diferente, más ameno e imaginativo a través de los juegos de rol. Igualmente, los juegos de roles añaden emoción a las relaciones sexuales con personas desconocidas: modelos de webcams de sexo, polvos ocasionales, sexo en grupos de BDSM, entre otros. En resumen, muchos hombres anhelan el fetiche de los juegos de rol, ya que les permite satisfacer sus fantasías, potenciar su vida sexual y desconectar por un instante de la rutina cotidiana.
Es la hora de olvidarse de los prejuicios o de lo que puedan pensar los demás acerca de nuestros gustos en la cama. El ser humano necesita cumplir sus fantasías sexuales, de tal manera que su vida sexual sea plena. Sin embargo, los fetiches sexuales han de ir siempre ligados al respeto y el consentimiento de todos los involucrados.