Desde que esta industria irrumpió con paso firme el siglo pasado, la sociedad siempre ha tenido una relación de amor-odio con la pornografía. Cualquier negocio relacionado con el sexo (cine adulto, chats porno en vivo, líneas eróticas...) es percibido por parte de la población como una amenaza al desarrollo adecuado de la personalidad humana. Sin embargo, también hay mucha gente que lo ve como algo totalmente beneficioso. Personas que consideran a la pornografía como una oportunidad de aprender sobre la sexualidad humana y dar rienda suelta a fantasías sexuales que no pueden satisfacer en su vida diaria. Independientemente de cuál sea la postura de cada uno de nosotros, lo que no podemos negar es que el porno tiene dos caras. La pornografía es un sector que tiene cosas positivas y negativas. Vamos, como cualquier otro... Estamos acostumbrados a que los medios de comunicación, las redes sociales e Internet, nos alerten de los riesgos que conlleva el consumo de pornografía. Sin embargo, ¿alguna vez nos han mostrado su lado positivo? Creerme los tiene. Veamos la cara bonita del cine para adultos. Las razones por las que verlo -eso sí, con moderación- puede ser de gran utilizad para el desarrollo de la mente humana y la vida de las personas.
Una gran herramienta para la estimulación sexual: todos sabemos que el cerebro es la parte más importante del cuerpo humano que interviene en el sexo. El cerebro es el que nos permite disfrutar de la estimulación genital y los orgasmos. Esto significa que la mejor forma de alcanzar el punto óptimo de excitación sexual se consigue a través de la estimulación del cerebro. ¿Y qué mejor forma de estimularlo que viendo cine adulto o chats porno en vivo? Seguro que siempre os pasa lo mismo: os ponéis cómodos, encendéis vuestro dispositivo y os dirigís a un portal de contenido X como Pornhub. A continuación, comenzáis a ver películas guarras. Conforme pasan los minutos, vuestro nivel de excitación, vuestra facilidad para manteneros empalmados, aumenta. También se os hace más sencillo alcanzar el clímax. Pues bien, no se trata de algo accidental o exclusivo de algunos afortunados. Un estudio publicado en la prestigiosa revisa JAMA Psychiatry averiguo que la actividad cerebral relacionada con la excitación y el deseo sexual aumenta al ver pornografía. La investigación también descubrió que el porno en dosis adecuadas aumenta la satisfacción entre las parejas, ya que despierta el apetito sexual.
El valor educativo de la pornografía: esto nadie lo puede negar. ¿A caso alguien ha nacido siendo un verdadero experto en el sexo? Todos en mayor o menor medida hemos recurrido a la pornografía como modelo a seguir. El cine para adultos nos ha servido como una clase de educación sexual. Gracias a él muchos hemos aprendido como practicar el coito, las felaciones o la masturbación. ¿Y qué sucede con las posturas sexuales? Puede que muchos hayan nacido con una aptitud innata para el coito. Que no necesiten demasiada información para satisfacer a su pareja. Sin embargo, ¿cuántos hemos copiado las posturas sexuales que hemos visto en el cine porno? ¿Cuántos de nosotros hemos adaptado las posiciones de las modelos de chats porno en vivo a nuestras relaciones sexuales? No cabe duda de que en este aspecto la pornografía tiene una gran repercusión en nuestras vidas.
Reducción del estrés y la ansiedad: visualizar películas para adultos con mesura nos permite evadirnos por un momento de nuestras obligaciones diarias. Durante unos minutos, nuestra mente solo se centrará en lo que vemos en la pantalla del dispositivo. Al mismo tiempo, como el cerebro libera hormonas del placer como la dopamina o la serotonina al llegar el orgasmo, nuestros niveles de ansiedad y estrés también disminuyen. Por lo tanto, la pornografía en su dosis adecuada puede ser muy favorable para todos nosotros. En especial, para aquellos individuos que están sometidos a un estrés contante.
Aprendizaje sobre lo que uno quiere: la pornografía ofrece un entorno seguro e íntimo para comprender y explotar nuestros deseos y fantasías sexuales. Aquí no hay lugar para los prejuicios o las preguntas incómodas. Uno puede ver lo que quiera (BDSM, sexo en grupo, chats de porno en vivo, interracial, porno bizarro, hentai...) sabiendo que nadie le juzgará. Por lo tanto, puede conocerse así mismo mucho mejor. Las cosas que de verdad le gustan en la cama, lo que definitivamente va a satisfacer sus deseos sexuales.
Muy bien, amigos, no nos andemos por las ramas: cualquier cosa en exceso acaba siendo perjudicial. Al igual que el exceso de alcohol puede hacer que nos olvidemos de dónde vivimos, estar todo el día viendo y pensando en pornografía acaba pasando factura. ¡El equilibrio es la clave! Diferentes estudios han demostrado que ver contenido adulto de forma excesiva crea una adicción tan fuerte como el alcohol o el juego. Por otra parte, el exceso de pornografía también puede inducir a la disfunción eréctil. Al estar nuestro cerebro tanto tiempo expuesto a este tipo de estimulaciones, a la hora de tener relaciones sexuales estas no son lo suficientemente atractivas como para tener una erección adecuada. Así es, el consumo excesivo de pornografía puede desestabilizar por completo nuestros encuentros sexuales en la vida real.
Además, no debemos olvidar que el cine porno a menudo nos hace tener una percepción equivocada de la realidad. La mujer no es una herramienta exclusivamente diseñada para el placer del hombre, ni tienen porque estar dispuestas a cumplir todas nuestras fantasías sexuales. Por lo tanto, hay que ver pornografía con moderación, un rato todos los días. Observar lo que de verdad disfrutamos, aprender del cine adulto, divertirnos y evitar el aburrimiento, pero con control. Es recomendable establecer un horario propio para ver películas guarras o chats de porno en vivo y cumplirlo. De la misma forma, resulta más provechoso ver contenido adulto una hora al día que doce horas dos días a la semana.
Consumir contenido para adultos siempre ha suscitado controversias entre una gran parte de la población. Sin embargo, también tiene su lado positivo, lo que hace que muchas personas lo vean como algo natural y beneficioso. Al final de este artículo, qué vuestros hábitos cambien o no en el consumo de pornografía solo dependerán de vosotros. Recordad que la pornografía también tiene cosas muy productivas para los seres humanos. Nos ayuda a excitarnos con facilidad, puede servirnos de fuente de inspiración, reducir nuestro estrés y aprender más sobre nosotros mismos y nuestras preferencias en la cama. En contra parte, el consumo excesivo de estos contenidos puede generar adicción o una mala percepción de la realidad. La clave está en ver pornografía con moderación.