Al oír hablar de mujeres brasileñas, siempre se nos viene a la mente la imagen de una exuberante zagala bañándose en las paradisíacas playas Río de Janeiro. Brasil, con su inmenso territorio y población, es la cuna de algunas de las estrellas del porno más hermosas que nuestros ojos han podido ver en el cine adulto o en las cams porno. El coloso sudamericano ha sido siempre uno de los grandes centros de producción de contenido adulto a nivel mundial. No en vano, los brasileños copan el octavo puesto por número de visitantes al célebre portal pornográfico de Pornhub. La pornografía de origen brasileño y sus estrellas a menudo ocupan los primeros lugares en la mayoría de los portales de contenido para adultos. Elisa Sanches, Jessie Rogers, Abby Lee, Yasmin Mineira, Regina Rizzi, Cinthia Santos, Monica Mathos, Marylin Masion, Gina Valentina... ¡El repertorio de hembras que derrochan placer y lujuria por cada poro de su piel es brutal!
Los últimos estudios extraídos de portales XXX como Pornhub o Xvideos.com confirman que la población brasileña es una de las que más consume pornografía de manera regular. Concretamente, los brasileños dedican alrededor de 15 minutos diarios a ver vídeos XXX en Internet. Quizás, uno de los datos más interesantes del cine porno brasileño es que la mayoría de los actores están obligados a emplear condón durante el rodaje. De hecho, las estimaciones señalan que en más del 80% de las películas X cariocas los actores usan el preservativo. Por esta razón, la industria de este gigantesco Estado a menudo es catalogada como la más concienciada con las enfermedades de transmisión sexual.
Otro espacio en el que el país lusófono está muy por encima de la media es en todo lo relativo a la protección de los derechos de autor de las páginas web pornográficas. Con solo echar un ligero vistazo al portal más popular del país, Brasileiinhas.com, cualquiera puede darse cuenta de lo adelantados que están los cariocas en este ámbito frente a otras industria como es el caso de la española. Brasileirinhas.com es un sitio pionero a nivel mundial en lo que respecta a los derechos de autor de la era digital. Este portal lleva más de diez años colaborando con páginas X extranjeras alojadas en su catálogo de contenidos adultos en diferentes lenguas, monedas y jurisdicciones. El objetivo de esta plataforma es proteger a los artistas originales y sus contenidos de, por ejemplo, el robo de vídeos, la sustracción de identidades o las estafas. Brasileirinhas.com es una empresa que lleva más de 25 años ofreciendo vídeos XXX a los brasileños. En su portal se alojan contenidos de estrellas y modelos de cams porno brasileñas célebres, como Mónica Mathos, Kid Bengala o Gina Valentina.
1. Así pagan los brasileños por ver pornografía: la billetera digital se ha convertido en la herramienta de pago más popular entre los consumidores de contenido adulto brasileños. De hecho, la población de Brasil utiliza muchísimo más esta forma de pagar que sus vecinos argentinos, chilenos, colombianos o uruguayos. Esto se debe a que servicios del estilo de PayPal ofrecen comodidad, seguridad, rapidez y facilidad, a todos sus clientes. Además, de una gran descripción... Algo que es fundamental cuando hablamos de abonar deudas contraídas por el consumo de pornografía. A lo largo de los últimos 5 años, las compañías brasileñas que permiten pagar de este modo a la población se han incrementado en más de un 15%.
Para quienes aún desconfían de las billeteras digitales, la industria brasileña ha dispuesto de Boleto Bancario. Una herramienta digital de pagos desarrollada en colaboración con las autoridades del gigante carioca que convierte el dinero efectivo en digital gracias a un código de barras. Los clientes, tras escanear el código, pueden llevar a cabo sus transacciones digitales con total seguridad y comodidad. En la actualidad, el 20% de las compras digitales en Brasil se llevan a cabo gracias a Boleto Bancario. Una cifra que asciendo a más del 50% cuando se trata de compras relacionadas con el contenido adulto: vídeos X, cams porno, líneas eróticas, juguetes sexuales... Si bien, la mayor parte de los pagos digitales vinculados al consumo de pornografía siguen llevándose a cabo a través de American Express o Discover.
2. Un mercado con una proyección increíble: a estas alturas de la película, a pocos se les escapa que Brasil es uno de los países con mayor tradicional pornográfica. Ni tan siquiera los regímenes dictatoriales del siglo XX pudieron acabar mediante la censura con el afán de producir películas eróticas en Brasil. La pornografía brasileña proviene de las denominadas “pornochanchadas” de los años setenta. Estas filmaciones se basaban en la combinación de un guion bien elaborado con escenas eróticas. Por lo general, se trataba de producciones de muy bajo presupuesto producidas en la clandestinidad que hacían gran hincapié en mostrar el cuerpo femenino. Las pornochanchadas dominaron la industria X brasileña hasta la llegada a finales de los ochenta del porno hardcore y fetichista. En la actualidad, en Brasil se producen contenidos heterosexuales, homosexuales, transexuales, lésbicos, anales, hardoce, fetichistas... Igualmente, los sectores de las cams porno y la fabricación y venta de juguetes eróticos han progresado muchísimo.
Por otro lado, la población brasileña es una de las más tolerantes en temas como el sexo, la prostitución, la orientación de género o el porno. Un mercado con más de 200 millones de consumidores que, obviamente, resulta muy atractivo tanto para empresas nacionales como extranjeras. En Brasil tienen su origen algunas de las mejores producciones pornográficas vinculadas a sexo anal, transexual y lésbico. Además, en sitios como Pornhub y similares, las búsquedas relacionadas con estrellas X brasileñas son muy populares entre los recién llegados a estos alojamientos web. Por todo ello, las principales productoras cinematográficas, webs porno y cams porno invierten mucho dinero en este mercado. Es un negocio seguro.