A continuación os contamos diferentes curiosidades y datos sobre los mismos para que sepas todo acerca de la parte más protuberante de los cuerpos femeninos:
Orgasmos muy intensos: Si basamos la estimulación de nuestros cuerpos en los pezones estaremos activando la corteza sensorial genital, un área de nuestro cerebro la cual también se activa cuando excitamos el clítoris, la vagina o el cuello del útero de nuestra pareja. Lo ideal para estimular toda esta zona es acariciarlas, lamerlas y agarrarlas de forma adecuada.
Diferente tamaño: Aunque no lo creas, todas las chicas tienen un pecho algo más grande que el otro, además, normalmente el izquierdo es el que tiene el mayor tamaño.
Aumentan su volumen: Si quieres saber si estás excitando de verdad a tu pareja puedes averiguarlo mirando si el volumen de sus pechos ha aumentado alrededor de un 25%, por lo que nos podemos dar cuenta de si lo estamos o no haciendo bien.
Alrededor de 1 kg de peso: Se supone que la media de peso de los pechos es casi 1 kilogramo, medio por cada uno, y su volumen es equivalente al 4% o 5% del total de nuestra grasa corporal y al 1% del peso de las mujeres.
Crecen: A pesar de que normalmente se dice que una vez llegado el periodo a la vida de la mujer sus pechos no crecerán más, no estamos en lo cierto. Durante los dos y cuatro años después de su primer periodo puede continuar aumentando de tamaño. Después de este tiempo, a no ser que su peso corporal aumente, consuma ciertos anticonceptivos, o de lo contrario, se quede embarazada, su talla natural no variará mucho más.
Algunas personas tienen un tercer pezón: Esto le ocurre aproximadamente a un 3% de la población, o lo que es lo mismo, al mismo porcentaje que tiene los ojos verdes. Su situación en nuestro cuerpo puede variar, ya que no se localiza solamente en el torso, si no que puede aparecer en brazos o incluso hasta en la planta del pie. Aunque no es dañino, muchas personas optan por extirpárselo.
Se nos van los ojos hacia ellas: Tanto hombres como mujeres se sienten atraídos por mirar esta parte de nuestros cuerpos. Un estudio aseguraba que esto ocurría sobre todo hacia los pechos femeninos, independientemente de nuestro sexo. Lo descubrieron tras colocar un aparato en los participantes del estudio, localizando hacia donde se dirigía la vista, y descubrieron que las mujeres lo hacen mucho más disimuladamente que los hombres.